5 de marzo – Día de la conciencia
El ser humano está sumido en el conflicto desde el principio de su existencia: comenzando con la constante batalla de autodestrucción, tan propia de nuestra especie, y siguiendo con la …
El ser humano está sumido en el conflicto desde el principio de su existencia: comenzando con la constante batalla de autodestrucción, tan propia de nuestra especie, y siguiendo con la …
Somos una iglesia abierta a todos y a todas. Somos una familia de acogida, porque acogidos nos sentimos en los brazos de Dios. Somos hermanos y hermanas porque Dios es nuestro Padre. Y tenemos hueco para ti.
El amor De Dios constituye la columna vertebral de la historia bíblica. El amor de Dios alcanza su máxima expresión en la muerte de Jesucristo, que es la manifestación suprema de su amor y compasión por el pecador.
Nuestras vidas naufragan cuando se asientan en falsas seguridades. Sólo Jesucristo es un cimiento sólido, un ancla firme en las tormentas de la vida.
Es durante el proceso hacía nuestras metas, nuestros objetivos, donde crecemos. En este gran proceso que es nuestra vida, Dios nos está enseñando. ¿Cómo podemos aprender aquello que Dios está tratando de enseñarnos hoy?
La imagen de la cuerda floja ilustra muy bien la experiencia de Daniel, y también la nuestra, porque vivir la vida cristiana en medio de nuestra sociedad, entorno en el que el Señor nos ha puesto, tiene que ver con caminar haciendo equilibrios.
La resurrección de Jesús es un hecho crucial para los cristianos. Tanto es así que sin resurrección nuestra fe carecería se sentido (1ªCorintios 15:14). Ahora, ¿cuáles son las evidencias de su resurrección? ¿Hay razones para creer que Cristo Vive?
De la misma manera que Pablo, nosotros no hemos sido llamados a hacer copias de buenos evangélicos, clones de una particular y local cultura evangélica sino a rescatar personas en el nombre de Jesús.
Jesús demanda a sus discípulos: “que guarden todas las cosas que os he mandado” (Mt.28,20), ¿pero a qué Jesús obedecemos? ¿Hay un Jesús a la medida de cada uno? ¿Hay una verdad a la carta según el sentir de cada uno? Un versículo puede traer luz en medio de tanta confusión y falta de criterio: 1ªPedro 1,22.
Como aquellos que decidían mirar la serpiente para salvar su vida, nosotros podemos decidir mirar a Cristo para salvar la nuestra. Así, lo que creemos determina nuestro destino, y ese destino es una decisión personal.