Abundante en Amor

Predicación por Alberto Moral

En contraste con el amor popular, idealizado, hipersexualizado, y efímero de nuestros días, el amor de Dios adopta siempre la forma de un pacto vinculante. Porque de lo que se trata es de que el amor une, y conlleva un compromiso de mantenerse junto al otro para su beneficio. Pero el hecho de que Dios sea abundante en amor, no quiere decir que ignore el pecado y la maldad humanas. No acostumbramos a asociar la idea del amor con la de ira y juicio, pero Dios es tanto un juez justo como un ser abundante en amor.

El episodio del becerro de oro nos enseña algo fundamental: que la ira de Dios y su juicio potencialmente devastador quedan apartados a un lado, y su amor trae renovación y perdón.

El amor De Dios constituye la columna vertebral de la historia bíblica, porque sobrevive incluso a la infidelidad, el desprecio y el rechazo de su propio pueblo. El amor de Dios alcanza su máxima expresión en la muerte de Jesucristo, que es la manifestación suprema de su amor y compasión por el pecador.

El hecho de que Dios sea lento para la ira y grande en amor, debe llevarnos a adorarle con temor reverente, pero también a vivir en la práctica del arrepentimiento por nuestros pecados. Dios espera de nosotros que nos acerquemos a su presencia y perseveremos en su amor a pesar de las pruebas del camino.

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