Saber Esperar
El que había de ser sucesor de Alejandro, sorprendido y extrañado de tanta generosidad, le preguntó: “¿Qué guardas para ti?” a lo que contestó “Para mí, guardo la esperanza”. Contrariamente a lo que se suele hacer, cifró su seguridad en un futuro optimista, antes que en sus bienes estables.