Los consentidos de Dios

Predicación por Emmanuel Buch

La Biblia nos anima a gozarnos con los que se gozan y a llorar con los que lloran. La virtud de alegrarse con las alegrías de otros es consecuencia de experimentar y practicar un amor como el que refleja el pasaje de 1 Cor. 13, es decir, un amor generoso, que se da en donativo, en ofrenda. Este es el amor del Reino de Dios y el amor que debe aparecer en la amistad con otros.

En esta sociedad individualista hemos perdido el vínculo entre mi sufrimiento y su sufrimiento, pero la apertura del corazón para con-sentir con otros, riendo o llorando, es el legado que va a quedar después que todo lo demás pase. Y esto es lo que ser iglesia nos permite vivir.