En muchos lugares se sigue viendo raro que un cristiano no se case. Incluso existe cierta presión social para que lo haga.
Basándose en el versículo de Génesis 2:24 de Dejará el hombre a su padre y su madre y se unirá a su mujer se asume que todos los cristianos deberían buscar pareja y casarse.
¿Dios promete una pareja idónea para cada persona? No hay ninguna promesa de ese tipo en la Biblia.
A veces por el ansia de buscar pareja muchas personas se precipitan, ya se porque están llegando a cierta edad o por la presión social, al ver que todos sus amigos tienen pareja, se casan o incluso tienen hijos.
Muchos ven a los solteros como disfuncionales, como fracasados, pero Dios nos los ve así.
En la Biblia vemos a muchas personas que Dios llamó a estar sin pareja. La mayoría de los profetas, como el ejemplo de Elías o Eliseo, Juan el Bautista o el mismo Jesús.
El apóstol Pablo, que sepamos no estaba casado. Él mismo defendió que no era necesario casarse en todos los casos y que había personas con el don de permanecer solos, sin pareja.
Algunos creen que las personas solteras están incompletas, Dios no dice nunca esto en la Biblia. La ayuda idónea no significa que el mismo Dios que nos ha puesto en esas circunstancias o nos ha creado así, no nos completará por completo.
La soltería no debe ser la sala de espera para acércanos al matrimonio. Es una etapa plena y llena en la que te completas como persona. Casarse muy pronto puede provocar futuras futuras, ya que las dos personas no tenían suficiente experiencia en la vida.
Jesús mismo, en Mateo 19:12, rompiendo el tabú de su sociedad judía en la que engendrar hijos y casarse era la máxima aspiración de todos, que muchos serían eunucos o célibes por causa del Reino de Dios y que eso lo podían hacer por el don de Dios.
El celibato en muchos grupos cristianos ha sido un gran problema, ya que es antinatural, no se puede a nadie a estar solo, de hecho Pablo habla de la necesidad para ciertos ministerios de tener parejas, como para ser obispos, ancianos o diáconos.
Mantenerse soltero no es un problema si es una elección o un don, pero aún para los que aspiran a tener un día una familia y una pareja, no deben sentirse incompletos. Las iglesias deberían organizar más actividades para este tipo de personas y acompañarlos, como se hace con otros grupos de la iglesia.
Ya dice el refrán español: Es mejor estar solo que mal acompañado.
Por Mario Escobar
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