¡Feliz Navidad!

Nochebuena

Amado Nervo

Pastores y pastoras,

abierto está el edén.

¿No oís voces sonoras?

Jesús nació en Belén.

La luz del cielo baja,

el Cristo nació ya,

y en un nido de paja

cual pajarillo está.

El niño está friolento.

¡Oh noble buey,

arropa con tu aliento

al Niño Rey!

Los cantos y los vuelos

invaden la extensión,

y están de fiesta cielos

y tierra… y corazón.

Resuenan voces puras

que cantan en tropel:

Hosanna en las alturas

al Justo de Israel!

¡Pastores, en bandada

venid, venid,

a ver la anunciada

Flor de David!

Hay tantas cosas que en estas fechas pueden llegar a quitarnos la alegría que casi resulta imposible enumerarlas. Tal vez recuerdes a un ser querido que ya no estará en estas fechas, o bien te encuentres a kilómetros de distancia de tu familia. Es posible que estas navidades vuelvas a tener que reducir el número de personas en tus cenas, o bien que te veas obligado a confinarte en tu casa solo. Tal vez te preguntas cómo conseguirás llegar a fin de mes si tu cuenta bancaria lleva en números rojos desde la semana pasada, o si este año por fin recibirás un regalo que no tengas que descambiar después. Sé que son muchos los motivos que no te permiten disfrutar de estas fechas tan especiales, pero créeme, ¡hay razones para celebrar! 

Porque a veces cuando el desenfreno y la agitación de estas fechas nos acordona, necesitamos que alguien nos recuerde la verdadera y única noticia que importa: Jesús ha venido al mundo. Igual que a aquellos pastorcillos que pastoreaban sus rebaños a pocas millas del pesebre. Seguramente ellos también estaban llenos de problemas, cargados de preocupaciones en sus cabezas mientras velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Me imagino que tendrían frío y una larga noche por delante que tal vez preferirían pasar junto al calor de sus seres queridos. Y entonces, ¡Fíjate que maravillosa noticia recibieron!

“No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.” (Lucas 2:10-11).

Igual que aquellos pastorcillos, también nosotros hemos recibido la maravillosa noticia: ¡Cristo ha venido al mundo! No estás solo, Él ha venido a buscarte porque TE AMA. ¿No te parece el mejor motivo para celebrar? No dejes que esta navidad nada te quite la alegría, hoy vamos a celebrar que tenemos un Salvador, Cristo el Señor.

¡FELIZ NAVIDAD!