Predicación 7 de noviembre
Tendemos a asentar nuestra seguridad en nuestra capacidad para resolver las cosas, en nuestros propios recursos. Pero el Señor nos enseña a tener una actitud ante la vida de absoluta dependencia de él; nos enseña a ser como niños recién nacidos y necesitados de su madre en todo (salmo 131). Esta dependencia se traduce en una plena confianza en Dios que nos permite des-centrarnos, dejar de mirar hacia nosotros mismos para centrarnos sólo en Él.
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